Palmerolo responde a Keko, borrico de la Toscana

Montaña de la Flor, 24 de agosto de 2009

Compa Keko
Borrico renacentista:


Me siento honrado de saludarte, además de imaginarte en los pastizales allende del río Arno, a quien cantara el inmortal Dante e inmortalizara con su pincel el gran Leonardo, en la escena sugestiva que hace de fondo a la estampa de la Gioconda.

Me siento honrado, he de decirte, y ante todo que compartamos los mismos ideales: una sociedad más coherente con la vida y la justicia. Sin armas, culta y generosa.

Ojalá te hayas desvelado escuchando el concierto, que por cierto hasta aquí era tarde cuando finalizó, casi las diez de la noche, algo así como al amanecer en tu tierra toscana, alma y leyenda de arte y sabiduría que revolucionaron el mundo en su momento.

Por eso entiendo que apoyes mi idea de convertir los cuarteles en centros de vida para el arte de la paz y no de la guerra. Que la guerra ve en los demás, enemigos, oportunidad de confrontación y carnaza para bayonetas y cañones. En cambio la paz, ve en los otros, al prójimo, al equilibrio, al compañero o la compañera de viaje en la búsqueda del progreso y bienestar, donde la libertad y la realización sumen créditos y oportunidades a ambas partes.

Es increíble, Keko, pero con el poeta hablamos en algunas ocasiones, que no es moral que Honduras siendo el segundo país más pobre del continente americano, al mismo nivel de los países africanos más deprimidos, al tiempo que se dedica a buscar donaciones y condonaciones de deudas, invierta más del 26% del presupuesto nacional a mantener una fuerza armada, moderna, equipada con armas al nivel de tecnología de punta en esa materia. Sin contar, que prepara las mentalidades de la juventud que recluta, no en beneficio de la vida, sino de una cultura de muerte y de ataque contra sus mismos compatriotas; como ha quedado evidenciado en este golpe de estado militar, donde el ejército ha liderado la represión y las estrategias de cerco político al regreso del presidente legítimamente electo: Manuel Zelaya Rosales.

El jefe del estado mayor conjunto de las fuerzas armadas es un zar por sobre todos los poderes, aún por sobre la constitución que rige nuestra democracia incipiente: has visto como puede dar la orden de quitar y sustituir a un presidente ¿Qué no puede suceder con la población del común?
Si cuyo régimen de fuerza es omnímodo.

Por suerte ha sido tal la respuesta del pueblo que hasta los jumentos hemos tenido que hablar, a lo mejor hasta mal roznar, patalear y levantar polvo, pero está escrito en la biblia, que hasta las piedras hablarán un día, cuando la injusticia y la iniquidad humana se sobre limiten.

Keko, entonces al agradecer tu carta, que me estimula a pensar y a creer, más allá de ser un borrico sujeto al destino de los humanos, te pido que levantemos polvo, que iniciemos una jornada por el bien de la humanidad. Que los países ricos, como Suecia, que da un Premio Nobel de la Paz, no quieran vivir de la miseria de nuestras pequeñas naciones haciendo negocios de armas y llevándonos a una carrera armamentista sin fin, que al final, se fomenta con la sangre de los más humildes, de los más indefensos. Tampoco países ricos como Italia, la India, Israel, etc.

Que países, como en los que tú vives, apoyen las iniciativas de paz en el mundo, porque los jóvenes de cada país permanezcan en él y tengan oportunidades. Que no se vean obligados a emigrar por hambre, persecución o temor al crimen. Ni a ser sólo carne de cañón.

Espero que me escribas, pero sobre todo que escribas al mundo, para que el mundo acompañe al pueblo de Honduras en esta oportunidad de cimbrar las bases de una verdadera democracia, sin dictadores, sin ideologías que caen en el absurdo por su prédica de dogmas y a la hora de la práctica en la corrupción de no cumplirle a los que han dado su vida por un sueño de justicia. Pero tampoco por regímenes que siembran el miedo, el horror, por estar regidos por dueños de todos los medios y recursos de la patria, sin control, que no quieren perder esos privilegios y que se equivocan cerrando hasta el mínimo de oxígeno a las mayorías.

Sabes que corriendo , en tropel buscando el abismo de la mentira, los diputados, aprobaron un reglamento de plebiscito y referéndum, que no toque los temas económicos, porque eso sería cuestionar a seis de los empresarios golpistas, que son dueños del 92% de las estaciones televisoras, del 81% de las radioemisoras, del 67% del transporte, del 90% de los bancos y aseguradoras, del 81% de las importadoras y exportadoras, el 60% de la venta de alimentos procesados, el 69% de las fábricas maquiladoras, el 70% de los contratos con el estado ( para comerle el presupuesto) y el 100% del poder militar.

Este panorama de injusticia es ilustrativo porqué a los hondureños nos mantienen como burritos de caga, sin ilustración, controlados por la fuerza; imposibilitados de hacer una nueva Constitución con mejores criterios de equidad y bienestar social. En un escenario en la arena, de burro amarrado contra tigre suelto.

El primer rubro de ingresos en Honduras, son las remesas de los hondureños que han tenido que huir por hambre y ser documentados fuera del país, para volverse un gran negocio favorable a los bancos y a los importadores donde gastan sus dineritos las familias de esos pobres indocumentados. Y esos que tanto aportan, no son quienes hacen las planillas para diputados, jueces, magistrados y oficiales armados.

No será fácil sanear un país así, pero será más fácil si se toca el problema por la raíz: corregir los altos niveles de injusticia e impunidad. Y en ello, disolver aquellas instituciones que sirven de soporte a ese estado de injusticias. Ese es el niel de lucha alcanzado por la Resistencia contra el golpe. Vamos por una refundación de una Honduras de bien, democrática y equitativa.

Keko, quiero pedirte un favor. Ve una mañana de estas, anda y colocate de frente al Baptisterio, contempla en ese bello monumento la Puerta del Paraíso y pide tres deseos, que tengan que ver con que el cielo nos regale a los hondureños una mejor suerte.

Quedaré pendiente de tus noticias. Te mando un abrazo catrachísimo.


Palmerolo
Tu compa borrico hondureño.