jueves, 27 de agosto de 2009

Palmerolo. Estrategias y medios para la paz

Auruco, 27 de agosto de 2009.

Palmerolo
Paisano borrico:


Gracias borriquito por no escribirme con heridas en el hígado, sino con la inteligencia propia de un miembro del pueblo en resistencia, que de manera digna y objetivo ve el panorama de la historia, de la nueva historia, de convicción y necesidad de hacer patria con base en la verdad y la justicia.

A pesar de que uno se indigna cuando pudiera decir sandeces al ver, por ejemplo, que el Alcalde de Tegucigalpa financia una guerra sucia contra el pueblo, con los setenta y cinco millones, sacados con privanza, movida y desfalco, por medio de una chanchera golpista vestidos de honorables padres de la patria golpista, de sobra sabido: ilegitimo congreso nacional, por los crímenes de lesa patria, acumulados.

De los mafiosos en el poder, no puede esperarse otra cosa que métodos mafiosos para administrar las instituciones que han tomado: por ejemplo, que abusando de la pobreza y la marginalidad de muchos jóvenes, los compran con mil Lempiras para que se metan dentro de la movilización popular y provoquen violencia, sabotaje, confusión.

Palmerolo, sería bueno que en la Resistencia haya un buen estudio de las estrategias contra la violencia, como respuesta a la estrategia de guerra sucia que el régimen zampa entre las manifestaciones de desobediencia contra el régimen impuesto por medio del golpe y de la fuerza.

La guerra sucia no sólo tiene recursos, estrategas, estrategias y medios para su forma de guerra contra el pueblo, también cuenta con una política sucia promovida por la mafia guerrerista, a la cual no le importa ni el dolor, ni el exterminio de los pobres. Porque la industria de la muerte es altamente tecnológica, tecnificada, medida, planeada y gananciosa.

En su ámbito la estrategia de la paz tiene que generar medios de organización, de reflexión y prevención de eventos, así como visualizar los escenarios que pretende generar los sucios en su pretensión de derrotar al pueblo en resistencia. Pero por sobre todo, debe anticiparse en capacidades para alcanzar el objetivo fundamental, cual es el de restablecer el orden constitucional y refundar un nuevo proyecto de patria no sometida a los riesgos provenientes de la fuerza y el abuso. Una patria buena, equitativa, libre.

Es necesario ver claro, Palmerolo, como tú dices. Que la fiera tiene socios sucios poderosos, estrategas y estratagemas. Y que para ello hay que generar respuestas con calidad dentro de la estrategia de la paz, contra la violencia y por la defensa del pueblo.

En ese sentido me das una lección de inteligencia. Me dices y me muestras como el pueblo avanza en la primera revolución pacifista del siglo veintiuno. Y que no hay que caminar, sólo por caminar. Que esta revolución de paz es regida por valores como testimonio de lucha, amanera de anticipo que los humildes y los mansos heredarán la tierra, como lo prometió el Nazareno, maestro del bien y de la paz, porque saben lo que hacen, creen y van unidos multiplicando, sumando y diversificando la expresión de esa paz, juntando la inteligencia popular acumulado en siglos de sufrimiento, pero también de espera, de esperanzas, arte, convivencia, sudor, lágrimas y bocados y sueños compartidos.

Palmerolo, es hoy que nos toca a los hondureños decidir una patria no pensada y decidida por la mafia de gusanos de Miami. Una patria que inició cuando MEL en la toma de posesión dijo: No a la minería a cielos abiertos; no mentir; no robar; no matar. Y eso fue un corte directo en la yugular de los criminales que en los madrugones de la chanchera del congreso nacional, han entregado la patria a precio de putilla callejera.

Es por eso que tus consejos sobre valores me sirven y me construyen un pensamiento inseparable a la actitud de lucha no violenta activa del pueblo hondureño, digno de los nuevos tiempos necesarios a la humanidad.

Tus cartas me dejan una gran reflexión, un compromiso, y un optimismo permanente, sí.

Bueno para decirte, hasta mañana, te prometo ver esta madrugada las dos lunas que concurrirán a saludar al planeta tierra, a pesar de, que como dice la canción: pareciera más llamarse guerra y no tierra. Aunque la historia está cada día por escribirse e idear su borrador. Un abrazo buen borrico de la hondureñidad.



Candelario Reyes García
Tu amigo poeta.

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