Palmerolo reportero de "Notinada"

Calle el Centavo, 18 de octubre de 2009.

Querido poeta:

Ante los eventos últimos, se me ha venido la ocurrencia de una burrada, que pido me la disculpe, pero que su vez, me la siga: vamos a suponer que usted es el dictador y yo soy periodista de “Notinada” y me contesta el siguiente cuestionario. Y usted, cínico, como si nada… ¡Vamos a entrarle!
Y usted DICTADOR ¿Qué gobierna?
¿A l polvito o a la piedra, por aquello que dice la fiscalía que ha aumentado el narcotráfico? ¿Qué gobierna? ¿Qué gobierna? ¿Al uniforme o al uniformado? ¿Al desinforme o al desinformado?
¿A la casa por dentro, o a la casa por fuera? ¿A la multitud en protesta o a la calle militarizada?

¿Qué gobierna? ¿Al pulpero o a la quiebra de la pulpería? ¿Al hambre o al hambriento?¿La economía o la quiebra? …. ¿Qué gobierna? ¿Al criminal o al crimen? ¿La orden del disparo o el toque de queda? ¿La lengua del vocero, o el medio? ¿La enfermedad o el remedio?

¿Qué gobierna? ¿La pobreza acelerada del pueblo o el presupuesto de la fuerza armada? ¿La economía política o los políticos de su compañía de asalto?... ¿Qué gobierna? ¿Un canciller con dormida adentro y sólo salida para ir a preguntar a la mujer que hacer, o una política de jugarreta y doble careta? ¿Un estado de sitio, o un estadio de cárcel? ¿Una Guerra Sucia o una sociedad en precario? ¿Unas elecciones o una sustitución a votos, botas? …¿Un diálogo, o un atraco?

¿Qué gobierna, un congreso, o una pocilga? ¿Una corte o un lupanar? ¿Una fiscalía o un rastro fratricida? ¿Un comisionado o un conserje? ¿Una religión, o una bala en boca? ¿Un misterio o un silencio? ¿Una llave del siglo XXI o una cárcel de 112492 kilómetros cuadrados? ¿Un sistema económico o una quiebra lenta de los bancos? … ¿Se gobierna, lo gobierna, lo apuntan, o se apunta? ¿Quién tiene la punta? ¿Quién le pone el fusil en el ombligo para que se ría así de feo?...

¿Qué gobierna? ¿Una casa ajena o una conferencia de prensa? ¿Un mandado ajeno, o una pena que un día tendrá que descontar en la cárcel?...¿Qué gobierna, que aquí anda el hambre, ya, de casa en casa, buscándonos bocado en las tripas y sólo nos encuentra aire. Y los banqueros cobrando préstamos y pidiéndonos también el alma para hipotecarla, y los zancudos del dengue queriéndonos sacar sangre y sólo salen vomitando gases de tanta bomba que usted nos tiene respirando?...

¿Para qué gobierna, así? ¿Es esa la democracia, que habías ansiado tanto?... ¿Secuestros? ¿Cautiverios? ¿Engaños? ¿Torturas? ¿Espantos? ¿Deudas? ¿Miseria? ¿Quebrantos? ¿Toletes, bombas, disparos? ¿Sicarios? ¿Duelos, homicidios y terror de estado? ¿Mentiras, mentiras, mentiras, al punto de no creer en nada, ni en nadie, como si un bombazo callera y nos arrancara en su caída hasta la fe y la verdad que habíamos tenida por buena? ¿Sí, de verlo a usted reírse así, y mencionar a Dios, como para que se ría el diablo? ¡Y, chililín, chililín, a judas corriendo con la bolsa ajena y firmando en falso! ¿Qué letra de cambio es esta, por Dios?

Señor dictador, le pregunto estos horrores, estos errores y estos terrores, pero no tiene que contestármelos. Usted mandó a cerrar el medio, por donde era posible para mí, escucharlos.

Palmerolo
Reportero.

Fíjese poeta, que mejor no se vaya a imaginar respondiéndomelo; ni en juego, porque lo puedo odiar a usted si me sigue esta jugarreta. Y hasta le puedo pegar una coceada, de la que podría arrepentirme después, y a lo mejor, usted, correrme a punta de leña de la lista de sus amigos. No me responda por favor y si quiere borre de su memoria este rebuzno, que hasta el recuerdo ofende: pensar que en un país, haya que preguntar como verdad, algo que a lo mejor sea una pesadilla de una noche torpe ensuciada por espíritus malsanos, y que no sea cierto que la estemos viviendo.

Así, que con un poco de vergüenza me despido de usted por mi abuso de las malas comparaciones. Y, perdone, lo dejo, es que me han bajado ganas de vomitar.

Palmerolo
Su paisano borrico.



Palmerolo es el burrito que el Presidente MEL le regaló a su amigo el Patriarca Tolupán de 108 años de edad, Cipriano Martínez, para que lo viniera a visitar a la Casa Presidencial. El golpe, frustró la visita. Hoy Palmerolo es amigo de todo el mundo, menos de los golpistas, hasta que estos no desistan y él pueda traer de visita a su dueño.
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