sábado, 31 de octubre de 2009

Amanece y Morazan Vigila

El Hato, 31 de octubre de 2009.

Poeta
Amigo mío:
Buenos días ¿Yo no sé si allí por donde anda usted el día amaneció con escándalo de pericos, porque aquí, sí? Un bullicio perro que no se les entiende, no es que quieran emigrar, o porque se les haya terminado la comida, es una bulla, que no hay que prestarle mucho oído, porque enloquece, pero sí, prestarle pensamiento. Los pericos, andan acelerados. Hasta parecen de gasolina de esa que no les cuesta nada a los que la derrochan.
El caos se los ha tomado y se tienen una molotera del carajo, como si presintieran algo, un terremoto o una hambruna sin padre nuestro posible, o la caída de arenillas, que tarde o temprano desmoronarán al régimen del que estos pericos son parásitos.
Lo pongo al tanto poeta, por si estos me confunden con una garrapata y me agarren en descampado, mientras esperamos cómo se desarrollo el volado este de la restitución de MEL, que ha sido marcado en la frente como legítimo del pueblo, por los siglos de los siglos, como Morazán y Lempira, porque ha resistido de manera ejemplar con el pueblo, su pueblo. Que aquí estamos, en resistencia. Y así estaremos, hasta que haya constituyente; que la nación, no quiere ni parches nuevos en perrajes viejos, ni aguas sucias en tinajas nuevas. Es un asunto de adecentar y bañar la patria, ponerle un vestidito limpio, con moda de tiempos nuevos y decencia a toda prueba. No es un asunto de monsergas de que le vamos a hacer un exorcismo de pastores de baratillo y bazar de santeros; aquí hoy se mueven todas las latitudes y longitudes de los cimientos de la casa y vamos a edificar para la vida, no para la opresión, la amenaza y el crimen. En eso, todos estamos claros y claras como lo ideales de Morazán.
Ya se terminó el tiempo de los señores de la Carta Rolston. Se acabó Poeta, esa carta oculta bajo la manga y el ruedo militar, que gracias a la resistencia, los burritos hemos logrado conocer. Y que falta más que dar a conocer para todos los habitantes de este país, que una ceguera de siglos, no se cura con un aplauso de un minuto.
Bueno, pero rebuzné para saludarlo, para contarle lo animado del ambiente, que es así, siempre hay confusión cuando el amanecer nos llega con su cambio de energías.
¡Despierte, ya despierte, Poeta, que amanece y Morazán Vigila!

Palmerolo
Su paisano borrico.

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